Disfruta del primer episodio de este gran audiolibro, narrado en la voz de su autor, Claudio Pastén Toro.
Que bonito sería volver a ver y sentir este mundo totalmente natural, como si recién hubiera sido creado. Tengo muchas esperanzas en que algún día volvamos a nuestra “verdadera realidad” en un lugar distinto.
Hoy comprendo que todo lo que vemos en este planeta “Tierra” con todo lo que existe a su alrededor, forma parte de un “verdadero sueño”, un sueño real para nuestro cuerpo, pero no para la energía interna que vive en él, por eso me estoy enfrentando a muchas mentes de este sistema, incluyendo a esas que todo dicen saberlo, para relatarles que este esquema de vida en el que estamos “viviendo” es algo ficticio, solamente una gran escuela en un gran
planeta nave.
Deseo que mis hermanos en este mundo conozcan las maravillas que existen fuera de nuestro sistema, alguna vez podrán lograrlo, deberá ser antes de una cierta alineación planetaria, la que regirá un “tiempo” establecido de crecimiento espiritual para este sistema. De no lograrlo, esa energía personal terminará en otro ámbito dimensional que no corresponde netamente al plano divino, pues no es lo establecido por el hombre lo que lleva a la comprensión del origen del mismo sino lo que éste siente en la comprensión de su corazón, debe activar su genética externa e interna heredada por Dios, esa que en sus conocimientos ya muchos han dejado de lado por pertenecer a un sistema creado por el mismo hombre.
No soy escritor de gran realce, solamente deseo plasmar en estas líneas lo que nace de mi interior, sin tergiversar el sentido directo de lo que he visto, deseo escribir todo según el recuerdo que tengo del “Amor” y “Amistad” de nuestros hermanos llegados de las estrellas.
“Que sepa entender el que entienda de verdad y que sepa comprender el que comprenda de verdad”…
Juan Claudio Pastén Toro
Muchas personas se han acercado para aclarar un sin fin de dudas que he generado en sus pensamientos; las mayores sorpresas por lo simple e interesante de su contenido las tengo de parte de los más pequeños, Los Niños, y es a ellos a quienes dedico este libro pues poseen una mentalidad muy sensible capaz de asimilar estos escritos con la enseñanza gigantesca de otra realidad.
Este libro contiene pequeños extractos de mi primer libro “Irenko y La Ciudad de Cristal”, para hilar este relato en forma comprensible.
Una de las razones principales por las que escribo este relato
es porque a pesar de lo que ha sido mostrado a través de los medios y de muchas opiniones vertidas por el mismo tema, deseo dejar escrito con mis palabras este testimonio que servirá para un “futuro” no muy lejano a niños relacionados directamente con estas nuevas razas.
Esta experiencia ha ocurrido también con otras personas en plena conciencia, ya no estoy divulgando algo oculto si no algo que muchos hemos vivenciado para lo cual hay muchos testigos, tampoco es mi intención nombrarles para que les critiquen como me ha tocado vivir, a pesar de que he recibido gran apoyo de muchos dentro de mi país este es un tema el cual todas las personas deben comprender que se avecina algo enorme a nuestro sistema, un cambio que la humanidad aún no se espera.
Aquí dejo escritas palabras que aún para aquellos que se dicen eruditos en las tantas materias, encontrarán incomprensibles y justificarán con elementos aún más incomprensibles lo que no pueden asimilar en sus pequeñas cabezas.
Una de las formas en las cuales los servidores del Señor nos heredan la facultad de no olvidar a nuestro Creador es en uno de los tantos idiomas que se hablan en la Ciudad de Cristal, ese que se transmite por ondas mentales. Al transmitirnos la frecuencia de un Señor de Amor, nuestra cultura le interpreta como lo más cercano que podamos imaginarle, algunos le llaman Cristo, Dios, Jehová, etc.
Nuestra mente le decodifica y le traduce a la resonancia humana a través de las cuerdas vocales. En esa lengua “No olvidéis al Cristo” se pronuncia
“Yanea Gizáh”.